Las huertas en casa están de moda. No solo son un gran plan, terapéutico e ideal para el alma cansada de tanto moler entre computadores, reuniones y chicharrones de oficina…
Además son un hábito ecológico, sostenible y que puede tener grandes beneficios para tu salud, el medio ambiente y, por qué no, para el bolsillo, porque siembras lo que te comes.
En esta entrada te contaremos cómo cultivar tu huerta y aprender de finanzas de una vez. Vamos a usar los códigos de la siembra y el cuidado de las plantas para mostrarte algunos caminos que te servirán para sembrar, cultivar y cosechar una buena relación con la plata. Finalmente, cada ahorro es también una semilla, que germina en sueños y florece en metas alcanzadas.
Vamos al grano. O mejor, ¡a la semilla!
1. Escoge un lugar donde tus plantas puedan tener luz natural. Si tienes un balcón, mejor. Un buen espacio es esencial para florecer.
Las plantas necesitan luz, aire y estabilidad. Además, en ese lugar vas a regarlas, removerles la tierra y ponerles fertilizantes.
Lo mismo pasa con tu plata. Escoge un lugar en donde puedas guardarla y manejarla sin gastarla en tentaciones. Así la semilla del ahorro no germinará. Te sugerimos tu cel y tu Nequi.
2. Prepara un recipiente impermeable para tus plantas. De hecho, venden varios en redes sociales. Pero si prefieres algo que tengas a la mano, ten en cuenta el material. Si vas a usar un cajón de madera, debes forrarlo con un material como la malla geotextil, que no permite que pase agua, porque la sopla y le cambia la forma.
Prepárate también para los imprevistos. Cada día es una oportunidad para que ocurra uno. Hacemos planes con nuestra vida y nuestra plata, pero eso no significa que tengamos el control de lo que pase. Para los imprevistos de plata, ten siempre a la mano un impermeable: una platica en el Colchón de Nequi, para que los accidentes de la vida financiera no te inunden ni te dañen el día.
3. Prepara bien la tierra. Puedes alimentarla preparando composta, con nutrientes de lo que consideras basura. Aquí te dejamos un tutorial para hacerlo.
Si estás empezando o no quieres mucho complique, ¡tranqui! venden tierra con composta. que no aprietes el suelo de tu huerta, que la tierra no quede como un Transmilenio o el Metro a las seis de la tarde. Desgránala con las manos para que no queden grumos o bolitas. Para que las plantas crezcan, es importante que pasen la luz y el agua.
Igual que con la tierra, prepara bien tus Metas de ahorro. Si abriste una Meta en Nequi, abónala con calma. Puedes abrir un Bolsillo que se llame Compost y cada vez que te sobre algo de plata, aunque sean solo algunos pesos, guárdala ahí. Luego, cuando tengas un buen monto, déjala en tu Meta de ahorro.
Como con los grumos de la tierra, no dejes que te quede alguno en tu presupuesto. Lleva la cuenta de lo que gastas y de lo que sobre, para que se pueda ir al Bolsillo Compost. También es importante nutrir tu vida con luz y agua: la calma. Para eso, aunque no sea lo único, es esencial tener tranquilidad financiera.
4. Conoce bien lo que siembras. En Colombia no existen estaciones climáticas. Tenemos frío, calor y diferentes microclimas que le dan una temperatura determinada a cada región. Según eso, en algunos lugares crecen hortalizas que en otros no.
En tu huerta puedes crear una especie de pisos térmicos con bombillos y temperatura artificial, entre otras técnicas. Eso sí: tu intención de sembrar en casa no debería terminar en facturas de servicios carísimos. Aquí te dejamos más info sobre cultivos urbanos, para que puedas guiarte.
Como con las plantas, conoce también cuáles son tus fortalezas y posibilidades: tu piso térmico. Conocerte te permitirá saber qué debes hacer para mejorar tu relación con la plata. Por ejemplo, qué hacer si eres impulsivo o cómo invertir si te pasas de prudente con tus ahorros.
5. Planea tus cultivos, tus metas y tus ahorros, según el espacio que tengas y tus capacidades. Exígete, pero no renuncies a la vida por plata.
Aprende de las plantas, que crecen en un sitio, aprovechando por completo un lugar.