¡Este año sí monto mi propio empresa!, dijiste en enero. Y probablemente, también en enero del año pasado. Llevas dándole vueltas a la idea de la independencia, sin embargo, a la hora de dar el salto y comenzar a emprender por tu cuenta, algo te detiene siempre: no tienes plata y no quieres quedarte sin un sueldo: no sabes cuáles son los pasos para empezar.
Entonces te relajas y pospones lo de independizarte. Madrugas otra vez y te vas a camellar en la empresa de otro. Hoy venimos a decirte ¡Basta ya! si lo tuyo es emprender, es hora de ir por tus sueños. Probablemente no puedas decirle hoy a tu jefe “No voy más”. Pero sí puedes empezar a abonar el camino y por qué no, ponerle una fecha a tu salida al mundo del emprendimiento.
A continuación unos tips para alistarte y poder emprender tu propio negocio en un corto plazo.
¿Qué quieres hacer?
Es fácil caer en el romanticismo del emprendedor y decir “Yo quisiera tener mi negocio propio”. Pero de esa frase a la realidad hay un trecho largo. Lo primero que tienes que hacer para convertir tu sueño en algo real es preguntarte ¿Qué tipo de negocio quiero tener? ¿Qué tengo para ofrecer? ¿Qué cosas tengo a favor y qué vacíos tengo? Sácale un tiempo para responderte esas preguntas y que tu idea crezca.
Mira la competencia
Una vez tienes claro tu negocio, es hora de ver hacia quienes tienen una idea parecida a la tuya y serán tu competencia. ¿Quiénes son? ¿Qué productos similares a los que tienes en mente producen? ¿Cuánto cuestan? ¿Cuánto costarían si los hicieras tú? ¿Cómo se comunican con sus clientes?
En el mundo del marketing, esto de ver hacia la competencia para tratar de entenderla y desde ahí, tomar decisiones para tu propio negocio, se conoce como benchmarking. Entre mejor conozcas a tus competidores y a todo el mercado alrededor del producto que quieres proponer más chance tendrás de que te vaya bien
Capacítate
¿Qué hace falta para que el producto que quieres producir sea de igual o mayor calidad al de tu competencia? En esta etapa es importante que empieces a capacitarte y a fortalecer tus áreas débiles. Si eso a lo que quieres dedicarte no es lo mismo en lo que trabajas actualmente, es importante que empieces a pensar en hacer un portafolio de tu producto: es decir, que tengas un par de experiencias mientras aún estás trabajando. Esto te va a permitir medir la calidad de lo que haces y enfrentarte a imprevistos que tal vez no tengas en mente.
Recuerda además que, al empezar en el emprendimiento tu capacitación debe ser doble: por un lado, debes estudiar todo sobre tu producto. Pero por el otro, es importante que estudies lo que más puedas sobre negocio y emprendimiento. Aquí te dejamos un tip: con mucha regularidad, las Cámaras de Comercio de las principales ciudades del país hacen capacitaciones para formar empresa. Si te pegas una pasadita por la cámara de tu ciudad, puede que aprendas mucho sobre el tema.
Plan de negocio
Una vez tengas en mente los precios de tu producto en el mercado y los costos internos del mismo, es importante que pongas sobre papel (o bueno, jeje, sobre un Excel también se puede) cuánto puedes cobrar por tus productos y cuánto de eso te quedará. Con esos datos podrás hacer una proyección de cuánto debes vender para lograr un salario en el mes y cuánto debes pagar a los proveedores (es decir, esas personas que te dan insumos para hacer tu producto).
Con estos datos, es importante que armes un plan de negocio. ¿dónde vas a vender tu producto? ¿Qué vas hacer para mercadearlo? ¿Cuánto necesitas invertir inicialmente? ¿En qué momento llegarás a un punto en el que pagues tu inversión y empieces a recibir utilidades por tu negocio? Estas son las preguntas que tu plan de negocio debería responder.
Bájale al gasto
¿Te pasa que cuando llega la prima del sueldo te la gastas pagando deudas? ¿O que llega el día 20 del mes y empiezas a contemplar la posibilidad de irte a pie a tu trabajo porque te gastaste todo? Si es así, es hora de empezar a recortar gastos. Ponte la meta de ahorrar al menos el 20% de tu sueldo. Lo usarás para poder vivir cuando empieces como independiente.
(Si tienes unas deudas que pagar, antes de ahorrar, empieza por salir de ellas. En esta entrada te enseñamos cómo hacerlo.
Por último: socializa
El oxígeno de los emprendedores, sobre todo en la primera etapa de una empresa consiste en tener buenos aliados. Aliados que te ayuden y te asesoren montando tu negocio, aliados que te compren y aliados que te ayuden a difundir. Para encontrar esos aliados, tienes que empezar a salir más, conocer gente en círculos de emprendedores y volverte un agente comercial de tu producto. ¡Así que, a socializar!