
¿Cómo ahorrar cuando me hacen falta ganas y voluntad?

En estos tiempos tan extraños todo el mundo se hace una pregunta: ¿cómo ahorrar? Claro, en teoría la respuesta es muy obvia y hay métodos de ahorro bien conocidos como guardar una parte de tu sueldo o ingresos en una alcancía, una cuenta de ahorro, un CDT, inversiones, o incluso hay quienes se sienten más comod@s almacenando efectivo en un tarro de galletas o debajo del colchón.
Pero si fuera tan fácil no estarías leyendo esta entrada, ¿cierto?
El problema es que hay cosas que nos cuesta mucho hacerlas sol@s. Madrugar, por ejemplo, y por eso usamos un despertador. O ir al gimnasio, entonces por eso buscamos parche para hacer ejercicio. En época de finales de semestre, a veces también es más fácil estudiar en grupo para resistir a la tentación de quedarse dormid@ o ponerse a ver TikTok por horas.
Con el ahorro pasa lo mismo. Un@ quiere, un@ lo intenta, pero siempre se atraviesa un algo que lo daña todo: paseos, salidas, antojos, imprevistos, o sencillamente no saber cómo organizarse con la plata. Y te entendemos. Nos pasa.
Y también está el problema de la falta de método o la inconstancia para ahorrar. Hoy ahorraste $20.000 de una salida, pero mañana gastaste $25.000 en un taxi porque se te hizo tarde para salir y, además, había trancón.
Ah bueno, y no hemos hablado de que es difícil saber cuánto y para qué debes ahorrar. Cuando éramos chiquis la cosa era más fácil: guardábamos lo que nos daba el Ratón Pérez, el Niño Dios, familiares que iban a la casa y aportaban de manera “voluntaria” cuando sacábamos la alcancía. Al final del año rompíamos el marrano e invertíamos en ropa, juguetes o en un regalo para papá o mamá. La vida era más fácil.
En Nequi nos pusimos a pensar en todos estos problemas y por eso mismo quisimos darles solución a través de una serie de herramientas que no te van a dejar sol@, te tendrán paciencia y, lo mejor, te ayudarán a cumplir cualquier sueño que tengas.
¿Ya conocías las Metas? ¿Las has usado?
La cosa funciona así. Cuando abres tu Nequi te aparecen tres opciones de ahorro: Metas, Colchón y Bolsillos. Otro día vamos hablar de la segunda y la tercera, que también son muy buenas, porque para las dificultades que ya hemos comentado las Metas son una gran ayuda. ¿Por qué?
¿Qué dices? ¿Te unes al club del ahorro con Metas? ¡Ya no tienes excusas! ¡Logremos junt@s esos sueños!