¡Por fin ganaste tu primer sueldo! Todas esas horas de parciales, quizzes, trabajos en grupos, tesis, materias, electivas y demás empiezan a dar su fruto. Así nos sentimos todos cuando encontramos nuestro primer empleo. Luego, la ilusión se nos empieza a desvanecer porque con el sueldo, vienen también los gastos de la vida adulta. ¿Cómo hacer entonces para ahorrar en tu primer trabajo? Aquí te dejamos algunos tips.
1. Ahorra, ahorra y sigue ahorrando
Cuando empiezas a trabajar comienzan también los gastos de un adulto, pero no todos. Por ejemplo, si aún vives con tus papás es probable que tengas que ayudar con algo en la casa, pero no con todos los gastos de la misma (arriendo, cuotas, servicios). Sin embargo, más adelante tendrás que hacerlo. A menos que te ganes el Baloto o te vayas a un monasterio.
Entonces, la idea es ahorrar esa plata que por ahora no estás gastando. Define una cantidad de plata cada mes y ponla en el Colchón de Nequi. Esa platica te ayudará a seguir viviendo con poco y a proyectarte para cuando los gastos se vengan en serio.
2. Sigue en modo universitario
Casi todos tuvimos que vivir con muy poca plata en la universidad. Mesadas cortas, un montón de plata en copias, lecturas y materiales, muchos buses y poquita plata para rumbear. Sin embargo, si ahora que estás trabajando, logras estirar un poquito más ese modo de vida que llamaremos “austero”, podrás ahorrar una plata importante antes de que tu mente y bolsillo se acostumbren a gastar como adulto.
3. Bienvenido al cartel, patrón de la coca
En el trabajo, es muy posible que te encuentres con esporádicas salidas a almorzar en sitios elegantes. También con esos compañeros que cada viernes se gastan esta vida y la otra. No te decimos que te cohíbas de una que otra fiesta. Pero trata de que tu comida y tu rumba no arruinen las posibilidades que tienes de ahorrar. Muévete en bus, asígnale una parte de tu sueldo a la rumba y sobre todo, lleva coca al almuerzo. Almorzar en coca es alargar la vida de tu sueldo.
4. Ahorrar tus cunchitos
Una forma de hacer un ahorro que no es muy calculado, pero que suele dar alegrías muy grandes, es ahorrar las monedas que te dan como vueltas en cada compra. Ten un tarrito y ahorra (si quieres, para que sea significativo, ahorra solo las de 500 y 1000. Ahorra también en Nequi la plata inferior a 10mil pesos que no puedas sacar de tu cuenta. Con esos cunchitos puedes luego comprar la ropa que más te gusta o por qué no, pagar un viaje.
5. Regla de las 24 horas
Cuando sentimos que tenemos nuestra propia plata nos asaltan los antojos. Una chaqueta, una hamburguesa, el festival en la plata son algunas de las cosas que nos acechan. Antes de comprar una boleta o un antojo, ponte una regla: espera 24 horas y piensa si eso que tanto quieres no te descuadrará.
6. Pequeños premios
No todo puede ser cohibición en la vida. Por eso es importante que, aunque estés en plan de ahorros, siempre saques una platica para disfrutar algo, para comprarte un libro que te gusta o para ir a una peli. Disfruta porque el ahorro es para pensar en el futuro, pero el presente también hay que vivirlo. Solo trata de que tu presente no te deje sin con qué ir al trabajo la próxima semana. Todo es cuestión de equilibrio.