Que el gurú de la banca, que el experto en finanzas, que el corredor de bolsa y el asesor de inversiones. Todos creen que saben cómo usar y cómo hacer rendir la plata, pero la verdad es que si hay alguien que sabe de plata, esa es tu mamá. Por eso invitamos a tres mamás para que nos den unos consejos, que si les funcionaron a ellas, seguro también nos van a servir a nosotros.
Mamá # 1, Rosita
Hijos: 2
“Desde que enviudé, tuve que hacerme cargo de mis dos hijos, Marlon y Mauricio. Uno de 20 meses y otro de 4. Yo era profesora en el Distrito. Trabajé muchos años como docente. Para sacarlos adelante, siempre fui muy organizada con la plata. Desde el principio entendí lo importante que era no gastar más de lo que recibía en mi sueldo. Si lo hacía, más adelante me endeudaría y así no podría cumplir con las obligaciones de cada mes. Hubo días muy difíciles, pero salimos adelante. Hoy en día, Mauricio es Diseñador Gráfico y Marlon es productor de televisión y fotógrafo”.
Mamá # 2, Amparo
Hijos: 1
“Tenía quince años cuando sentí que el mundo me aplastaba con un test positivo de embarazo. Con el corazón en la mano, elegí la vida, así como mi hija me había elegido ya a mí. Decidí que quería para mi hija lo mejor. Me puse a estudiar Ingeniería Electromecánica, en la U.P.T.C, la universidad pública de Boyacá. Mientras lo había, vendí, chocolatinas, sánduches, cigarrillos, organicé fiestas y conciertos. Todo para que a Aleja no le faltara nada.
Para lograr que mi hija tuviera lo mejor, fui muy exigente conmigo misma. Renuncié a muchas cosas de la juventud. Me retaba a mí misma con metas altas en el estudio y sobretodo, en el trabajo. Hoy Aleja está a punto de terminar su carrera en Ciencias Políticas en los Andes. Sigo convencida de que fue ella quien me eligió a mí”.
Mamá # 3, Adriana
Hijos: 1
Cuando mi esposo murió, tuve que hacerme cargo de Juan Sebastián, nuestro hijo de apenas tres años. Volví al hotel mamá y otra historia podría contarse sobre el amor con el que ella nos recibió. Tuve que abrirme campo en el mundo laboral, primero como auxiliar de tráfico, comercializadora de condones, y luego, cuando me gradué como tecnóloga en comunicación, en oficinas de prensa.
En esas épocas, mi sueldo era tan bajito, que me volví una dura haciendo rendir la plata. ¿Cómo? pues gastando lo estrictamente necesario y ahorrando de a poquitos, para las grandes fechas, como la matrícula del colegio, la navidad y los cumpleaños, que cada año llegaban sin falta. Con eso no iba a quedar sin plata cada que llegara un gasto grande.
También aprovechaba ratos libres para hacer trabajos independientes, con los que le ayudaba a mi sueldo. Por muchos años no supe qué eran unas cesantías o primas: todo se iba en JuanSe. Hoy, mi hijo termina Ciencias Políticas en la Javeriana.
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Así que ya sabes, la próxima vez que te embales por plata y no sepas como resolver, en lugar de dar un famoso tarjetazo, lo que necesitas es un poco de sabiduría de mamá, ve y pregúntale que seguro la va a tener clara, como siempre. Y para pagarle por el consejo, dale mucho amor y un Día de la Madre increíble de parte tuya y de todos nosotros Nequi.